Una vez más el fútbol base registró un incidente lamentable, de esos que enturbian la deportividad que debe presidir la competición en estas categorías. Los dos entrenadores del Málaga de Preferente alevín, Pedro González y Domingo Camacho, y el delegado del equipo, Pepe Moreno, se vieron implicados en una trifulca tras el partido de la que salieron con numerosas heridas. Denuncian el ataque de los técnicos del Jaén y de algún aficionado en la grada.
Los hechos se produjeron la noche del domingo, tras el partido que comenzó a las 20.00 horas entre el Jaén y el Málaga, en el estadio Sebastián Barajas.
El partido no registró tensión alguna en su desarrollo, como suele suceder cuando se dan este tipo de incidentes.
Sin embargo, al término del partido, cuando los técnicos tomaban una rampa a la salida de los vestuarios y se dirigían al autobús para el regreso -incluso ya con los padres de los jugadores del Málaga lejos de la zona-, comenzó la tángana. Al parecer, iniciada por un aficionado local, que cuestionó la actitud de los jugadores del equipo visitante. Enseguida se enzarzaron en la pelea los técnicos de los dos equipos, con numerosas secuelas.
Pedro González, el entrenador del Málaga, tuvo que recibir tres puntos de sutura en la cabeza y sufrió politraumatismos en su cuerpo; su ayudante, Domingo Camacho, una fuerte contusión en el tabique nasal, y el delegado, Pepe Moreno, daños en un ojo. Todos presentaron parte de lesiones en la Clínica La Encarnación, donde fueron atendidos de regreso a Málaga.
Asimismo, la policía hizo acto de presencia en el estadio para desalojarlo e identificó a los causantes de la trifulca. Ayer por la tarde los técnicos agredidos se reunieron en La Rosaleda con el vicepresidente, Abdullah Ghubn, para informarles de lo sucedido, y el caso fue puesto en manos de los servicios jurídicos de la entidad.
Un drama para los niños
«En 23 años que llevo entrenando ha sido lo más desagradable que me ha sucedido», comenta Pedro González, muy dolido por la traumática experiencia que supuso la trifulca para los propios jugadores. Con apenas 12 años, fueron testigos de los hechos. «Lo peor es verlos llorar. Los chavales tienen que ir a estos partidos a formarse, no a esto», añadió. Los padres de los malaguistas mostraron también a este periódico su indignación.
Desde el Real Jaén, el coordinador de la cantera, Alberto Lasarte, informó de que la entidad ha abierto diligencias para esclarecer los hechos y se ha reunido con el técnico local, José Harillo, para exigir explicaciones. Asimismo, este entrenador también resultó herido, con un brazo escayolado.
Ambas partes reconocen que pudo enturbiar el ambiente plácido del partido la presencia de aficionados de un equipo de Torredonjimeno de la categoría, el Club Deportivo Tosiria, ya que estuvieron buena parte del choque arremetiendo contra el Málaga y el equipo local. Lo extraño de los incidentes es que, frente a lo que suele ser habitual en estos casos, no hubo una actuación polémica arbitral o un resultado deportivo causante de la tensión posterior.
Diario Sur - 07/06/2011
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