La nueva fiscal delegada tendrá una visión global del asunto, desde la denuncia hasta la sentencia.
La acusadora pública María Teresa Verdugo Moreno es, desde el martes, la nueva fiscal delegada de Igualdad y contra la Discriminación, según un decreto firmado por el hasta el próximo viernes fiscal jefe de Málaga, Antonio Morales.
La Fiscalía de Málaga aplica así las directrices de dos instrucciones emitidas por la Fiscalía General del Estado en este sentido. La nueva sección se encargará de perseguir los delitos que tengan un fondo racista, xenófobo, homófobo o machista, y todas aquellas manifestaciones en los que se discrimine a la víctima por su creencia u origen social, así como por su ideología.
La Fiscalía sacó a concurso la plaza a mediados de junio, y es ahora cuando se da cumplimiento al mandato de la Fiscalía que en un principio iba a denominarse contra el Odio y la Discriminación. Es la primera Fiscalía andaluza en poner en marcha esta medida pionera.
Los diferentes delitos relacionados con el odio a la diferencia se castigan en cinco artículos del Código Penal: a quien provoque la discriminación, el odio o la violencia contra grupos por ideología, raza, orientación sexual, creencia u origen social o étnico; al funcionario que hurte servicios públicos a un solicitante por los mismos motivos, o al empresario que eluda contratar a alguien por xenofobia o racismo. Asimismo, se persigue a quienes arrojan injurias sobre individuos o grupos siempre que esas manifestaciones tengan un origen xenófobo o manifiesten matices racistas.
En las agresiones, los homicidios y los asesinatos en los que está presente un matiz racista o de cualquier otro tipo, se tiene en cuenta una determinada agravante que aumenta la dureza de la pena a imponer al acusado.
Ya lo dijo en la presentación de esta Fiscalía Antonio Morales: «Cada vez se percibe más odio en muchos discursos», lo que se amplifica por la existencia y el éxito de numerosas redes sociales, donde el aparente anonimato sirve de parapeto para muchas organizaciones intolerantes.
«El preocupante crecimiento social de los discursos xenófobos y racistas, con penetración incluso en los partidos democráticos, y el hecho de su difusión a través de internet y las redes sociales, son motivos suficientes para una actuación rigurosa del ministerio fiscal en cumplimiento de sus funciones constitucionales», aseguró en la presentación de esta sección el fiscal jefe.
Cada vez más se detectan estas actitudes en la red de redes. Lo que sí está claro es que estos delitos «no tienen un gran arraigo social ni una presencia relevante», pero, por eso mismo, hay que atajar ahora cualquier intento de que crezcan estas actitudes.
La crisis, de hecho, puede suponer un efecto amplificador de los grupos marginales que preconizan el odio sobre el diferente, y, por ejemplo, en algunos municipios de Cataluña ya hay formaciones abiertamente de extrema derecha que han hecho del racismo su seña de identidad.
La nueva fiscal, que se dedica a la sección Antidroga, tendrá una visión global de los procedimientos, desde la denuncia inicial hasta la sentencia y el posterior recurso, unificando criterios y apoyando a sus compañeros cuando intervengan en este tipo de procesos.
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